[II Reflexión Vid Juvenil Enero 2014]–“Destápate los oídos”

Reflexión Vid Juvenil 2

Éxodo 6: 9

“De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.”

INTRODUCCIÓN

Nuestro énfasis en este año en “Vid Juvenil” es que tu vida sea transformada de manera integral, recuerda que Dios no puede obrar cambios en tu ser, si no existe la disposición de someterte a Él. En el mensaje anterior, resaltábamos sobre la importancia de renovar nuestro entendimiento para poder comprobar la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios. Ahora bien, para hacer dicha voluntad debemos de tener nuestros sentidos espirituales bien sintonizados con Dios, uno de ellos: El oído. A manera de ejemplo, cuando alguien te pide un favor y tú por distracción sea por la televisión, internet u otro medio tiendes a perder la atención del que te habla, aparecen entonces los problemas: Realizas una acción que ni por cerca había sido solicitada o en el peor de los casos no realizas nada. A veces las preocupaciones de la vida tienden a que inclines “tu oído” a las voces extrañas que bombardean tu mente y corazón, las cuales vienen a ser interferencias en tu comunión con Dios. Recuerda que si tu relación con el Señor está afectada por los estorbos materialistas de este siglo, Su voz es lo menos que escucharás. Pon interés al siguiente mensaje que te hemos preparado con mucho amor tus servidores, pues Dios quiere hablar a tu corazón y requiere toda tu atención:

I. EL MAL DE ESTE SIGLO

clip_image001El presente siglo, conocido por ser la “centuria del stress” ha sido calificado de esa manera por el estilo de vida “ajetreado” que caracteriza muchos de nuestros días. El mundo de hoy en día demanda preparación, entrega y sacrificios. Aunque no sea en esencia nada malo que inviertas tiempo en estudios, trabajo, diversión y amistades, hay un “mal” que todo ser humano “ocupado” experimenta y es el “stress”. Una persona con este “cuadro clínico” es susceptible a tomar incluso decisiones a la ligera, pues la presión de esta “galopante sociedad” obliga a que ya no haya un “detenimiento” en el camino, y empecemos a incursionar en la vida tipo “microondas”. Todo lo quieres para ayer. Te empiezas a sentir que no todos caminan a tu ritmo, demandas las cosas al instante y no importa que atropelles al que esté frente a ti; tu familia la comienzas a ver como si fueran “clientes” tuyos, “que tienen que hacer cita” para poder disfrutar un café o un paseo contigo, y de remate Dios también tiene que “ajustarse a tu agenda”. Cosas iguales o peores te han pasado ¿no?

A. Soy libre con Cristo, pero me siento esclavo de mis afanes

Una cosa es ser siervo y otra es ser esclavo, una cosa es vivir para trabajar y otra es trabajar para vivir, al final todo redunda a lo mismo: nos estamos consumiendo y hundiendo en la “dura servidumbre” (Éxodo 6:9) que este mundo “ansioso” impone a todas las personas. La verdad es que incluso el ministerio puede volverse un afán más, pues ya no se ve como un placer o un privilegio sino como una carga o punto más de tu ya apretada agenda.

clip_image003¿Cuántas veces te has sentido esclavo de lo que haces? Por ejemplo, tu trabajo puede pasar a ser de una bendición a una maldición, no porque Dios lo haya establecido así, sino porque no pudiste controlar tu tiempo, fuerzas e inversión en él. Los estudios o preparación académica pueden incluso generar malestar en tu ser, ¿te alegraste al leer esto? Jajaja, lo sentimos pero tampoco estamos de acuerdo que abandones la universidad o centro educativo como un pretexto más para llevar una vida holgada de descanso y diversión; sin embargo, analiza y reflexiona, ¿cuánto de tu tiempo estás invirtiendo en tu intimidad con Dios? ¿Alabas igual, adoras con todo tu corazón… o estás más pendiente de tu celular o reloj, para ver “a qué horas” termina el culto, reunión o grupo? Si bien es cierto que muchas veces a raíz del trabajo o estudio tendrás que “sacrificar” tu tiempo de asistir al templo, servir en el ministerio o cualquier otra actividad eclesiástica… tu relación con Dios es la que menos se debe ver afectada pues recuerda que “separados de Él nada podemos hacer”.

B. Atiende y aprende de las señales y los ejemplos (Éxodo 6:9)

Bien, hemos llegado a una parte en la que creemos que ya estás un poco más consciente de lo que haces con tu tiempo y qué está generando distracciones en tu vida. Queremos compartir contigo algunos datos que impresionan y uno que otro, preocupan, pues muchos hemos caído en más de alguna de estas prácticas las cuales a la larga si no tenemos cuidado, pueden distraernos de escuchar la voz de Dios.

  • Un estudio reveló que el 80% está de 4 a 6 horas diarias frente a la computadora, el celular y la TV. La cifra se duplicó en 5 años. El fenómeno es mundial y refleja un fuerte cambio cultural. (Por eso estás acá en este Blog, jajajaj)
  • He aquí una tabla de algunas de las actividades más sobresalientes en la vida del ser humano:

Microsiervos

El pueblo de Israel de acuerdo al libro de Éxodo, no había sido presa prácticamente de ninguna de las actividades arriba mencionadas, sin embargo, había un pesar que no les permitía escuchar la voz de Dios y esto era: la congoja (angustia o tristeza extrema) de espíritu y el duro yugo de la servidumbre.

Hoy en día la práctica de la servidumbre o como lo conocemos modernamente, esclavismo; está por así decirlo extinta y es condenada por el derecho internacional y las constituciones de la mayoría de países democráticos, sin embargo, somos presa de muchas, sino de la mayoría, de la lista de actividades antes expuestas. ¿Entonces cuál es el problema de todo esto? Pues sí, si ver tele no es malo, “facebookear” con mis amigos tampoco lo es, trabajar y ser independiente tampoco, entonces… ¿cuál es el legalismo? No se trata de eso, sino de cómo nos dejamos “mangonear” (Término muy salvadoreño para expresar que algo te domina, o que eres títere o esclavo de) de muchas de estas prácticas. Recuerda: TODO ME ES LÍCITO, PERO NO TODO ME CONVIENE, ME EDIFICA Y NO DEBO DEJAR DE DOMINARME POR ALGUNA DE ELLAS.

2. ¡DESTÁPATE LOS OÍDOS!

A raíz de la congoja de espíritu y dura servidumbre en Egipto, la Palabra dice que el pueblo estaba sufriendo una sordera terrible a la “frecuencia” de Dios a través de Moisés. Estimado joven, ¿qué te está robando la paz a ti y te distrae de la voz de nuestro Padre? Muchas veces tenemos tantas “ganas” de escuchar consuelo y palabras de ánimo de parte de nuestro Creador, pero, preferimos oír lo que se dice por ahí, y no de lo que viene del Cielo. Cuando una vez pongas silencio en tu interior y a las palabras necias no prestes cuidado, entonces estarás disponible para que Dios hable a tu vida, es más, su Espíritu vive en ti, si es que ya le recibiste en tu corazón, de tal forma que su voz traerá la paz que necesitas para tu alma.

3. ESCUCHA LA VOZ DE LA VERDAD

clip_image005Si has reconocido la necesidad en tu vida de destapar tus oídos espirituales, ahora debes cuidar lo que eliges escuchar, porque mira cómo el mundo está lleno de ruido, de mensajes negativos, desesperanza y donde lo aceptes o no, siempre prestarás tu oído a algo y de no poner atención corres el riesgo de perder tu dirección. Por ello como jóvenes debemos poner mucho cuidado a lo que nuestros oídos escuchan, nada mejor que recibir el consejo de la palabra de DIOS y de las personas que nos aman al momento de querer tomar una decisión. No podemos negarte que el enemigo buscará la manera de desanimarte, trayendo voces extrañas con mensajes de maldad, personas que te dirán que no sirves para nada, que no pasarás de lo mismo, que eres aquí o allá, pero no te dejes vencer ni les vayas a creer. Confía en Cristo, escucha Sus Palabra y recuerda que tú eliges si vives esclavizado en los placeres de este mundo o en obediencia a DIOS, quien te ama y desea que escuches la voz de Su verdad.

En apocalipsis 3, hay un versículo (20) que nos llama la atención: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Y aunque de esta porción hay muchísimas cosas bellas que hablar, queremos solamente dejar en tu corazón una pregunta: ¿Qué si no oyes a Jesús tocando a la puerta de tu corazón? Cuánta bendición echaríamos a perder… la mejor oportunidad de nuestra vida se haría nada, por no tener lo oídos atentos. Es tiempo de abrir el corazón, oídos y todo nuestro ser al llamado de DIOS.

CONCLUSIÓN

El yugo de esclavitud de Israel no permitía ver la Gloria de Dios en sus vidas. La salvación había llegado después de cuatrocientos años de servidumbre y esto porque el afán y la ansiedad habían puesto un “cerumen” en sus oídos que cuando el mismo Dios a través de Moisés estaba prometiendo su salida definitiva de Egipto, la reacción de la nación Israelita fue de incredulidad y tristeza. Estimados Jóvenes, Dios quiere obrar cambios maravillosos y dar por fin libertad a tu “pesada forma de vivir”. Aprende a distinguir su voz, cree en ella y síguela. Recuerda que la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios.

Queremos al final de esta reflexión compartirte una alabanza que ministra mucho nuestros corazones, para que veas que cuando se escucha a la voz de la Verdad, nuestra historia adquiere un nuevo destino y un significado de gloria en DIOS, en Él y para los propósitos de Él.

“Cuando escuches la voz de DIOS, no volverás a ser el mismo”

Con mucho aprecio, tus servidores: Tania González y Roberto Arévalo.

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